4 en raya Grande

Observar, analiza la jugada, planificar una estrategia… En el juego de cuatro en raya la necesidad de adelantarse a la jugada del adversario obliga a analizar las alternativas de respuesta y sintetizar cuál es la más apropiada.

Desarrolla la creatividad, aceptación de normas, respeto de turnos, autocontrol, atención y la paciencia. En el cuatro en raya no es suficiente con responder a las jugadas del oponente o tratar de seguir patrones de jugadas estudiadas o practicadas previamente sino que el jugador debe imaginar posiciones distintas a la que está presente en el tablero y definir estrategias que le permitan llegar a ellas.

Necesitas “al otro" y desarrollas la empatía. Porque en el juego es imprescindible considerar que hay un “otro” que realiza jugadas para comprender la estrategia del oponente y para anticiparse a sus acciones las cuales hay que observar para poder responder adecuadamente y así ganar la partida.

Mejora el pensamiento y la memoria visoespacial.

Favorece la pinza digital y la coordinación óculo-manual a los más pequeños y fija la lateralidad, favoreciendo por tanto la preescritura.

Puede ser un material valioso para generar un contexto de comunicación adulto-niño/a para un feedback correctivo. Por tanto, además de favorecer la estimulación del sistema nervioso y con esto, el lenguaje, es un juego muy útil en sesiones de logopedia o estimulación del lenguaje oral.