Caja mosaico

Mejora las capacidades y potencial viso-espacial. Observa y representa diferentes formas jugando con polígonos y colores y su disposición espacial.

Desarrolla la atención, la creatividad, el autocontrol, concentración y el autoestima, al obtener éxito en el reto. Por otro lado, permite una enorme versatilidad en el diseño plano lo que sin duda favorece el pensamiento lateral y creativo.

Los diferentes polígonos, por la variedad de formas y colores, lleva al niño y la niña a juegos de clasificación y orden. De forma intuitiva tenderá a ordenar según criterios inventados o dirigidos y propuestos por el adulto. Es un excelente material para establecer relaciones entre los objetos y generar ideas.

Mejora precisión y la coordinación óculo-manual, la precisión y la fija la lateralidad.

Actividades manipulativas de precisión como ésta, no sólo inicia al niño o la niña en actividades de preescritura, sino que influye muy positivamente a la maduración del sistema nervioso y, por tanto, al desarrollo del lenguaje. Por otro lado, puede debido a la dificultad que presentan algunos modelos, puede ser una fabulosa actividad para hacer en parejas o con adulto, lo que propicia una situación comunicativa ideal para mejorar el desarrollo del lenguaje oral.