Descripción
Mejora precisión y la coordinación óculo-manual, la precisión y la fija la lateralidad.
Favorece la construcción de conceptos viso-espaciales dentro-fuera.
Favorece el diálogo interno y reflexivo, el autoconocimento, la seguridad y la autoestima. Al estar los niños y niñas menores de seis años muy próximos al pensamiento animista (dotan de vida a sus muñecos en sus juegos), se generan de forma natural situaciones de comunicación y juego simbólico, lo que les permite vivenciar situaciones o conflictos no resueltos, miedos u otras interacciones sociales vividas o imaginadas.
El juego con muñecos a estas edades propicia la situaciones de conversaciones y monólogos de forma intuitiva, lo que ayuda al desarrollo del lenguaje oral y la maduración del sistema nervioso.
Explora texturas y sonidos con nuestra rana de estimulación. Favorece juegos de clasificación y orden, capacidades muy relacionadas con la inteligencia naturalista. Por otra parte, bien dirigido se pueden introducir conceptos, cuestiones o juegos sobre la alimentación de los animales.
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